La Pregunta – Alejandro Charosky

by Gurdjieff Grupos
5 años ago
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Cada vez que escribo sobre algo que tenga que ver con las enseñanzas del Sr. Gurdjieff siento temor.
Y es el temor de dar la apariencia que uno sabe, el cual es totalmente fundado.
Hay un grave peligro en el Trabajo, y es aquel de creer que uno entiende, que las experiencias vividas ratifican la comprensión, y que uno tiene el derecho a diseñar mapas para los demás.
La influencia del Trabajo es diferente en cada persona. El camino es siempre individual,
Cada vez que vuelvo a las preguntas de ¿Quién soy? ¿Qué sentido tiene mi vida? Todo intento racional se desbarata.
Desde que la enseñanza del Sr. Gurdjieff dejó de ser exclusivamente vivencial (la gente vivía con él), y se publicaron libros, comenzó el peligro de que el leerlos proporcionaría el conocimiento necesario y la comprensión.
Nada más lejos de ello. Las palabras tal cual las tomamos pueden traicionar el Sentido y ayudan a perderlo fácilmente.
La institucionalización también ayudó en el proceso.
En los grupos en los que he participado vi un proceso de reafirmación a través de las palabras de los mayores o del guía de turno las cuales se repetían sacándolas del contexto en el cual fueron expresadas, o eran deformadas para acomodarlas al presunto saber de los participantes.
Hay un antiguo precepto de que en un acto hay que tomar en cuenta tres parámetros: el lugar, el tiempo y la gente.
Debemos darnos cuentan que en el Trabajo lo conceptos pueden variar de acuerdo a estos tres elementos.
A veces lo negro es blanco y lo blanco es negro dependiendo del momento en que fue dicho, el lugar en que fue expresado y ante la gente que fue manifestado.
El Trabajo es contradictorio y paradójico.
Debe llevar a una pregunta, no a un conjunto de respuestas.
Siempre queremos una respuesta, salir de la incertidumbre.
La pregunta permanente es lo que distingue un Trabajo vivo.
El Sentido de lo Sagrado es abrirme frente a mi imposibilidad. Y rendirme frente a Algo Mas Alto.
Es vivir sabiendo que no sé y que no puedo.
Que el Sentido lo pierdo a cada instante.
¿Y entonces por qué trabajo?
Por el Trabajo es para aquellos que pueden llegar a amar el camino.
El camino de tratar, todos los días, todos los instantes.
Parafraseando a T.S. Eliot:
“Lo nuestro es el intento.
El resto, no es cosa nuestra.”

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