Las peripecias de la vida nos llevan de un lugar a otro. Del pasado hacia el futuro. Corremos convencidos hacia los objetos, la fama, el saber, el poder y principalmente el dinero. El dinero es la energía más importante del nivel ordinario.
Hemos vuelto a la Edad Media, se mata al prójimo por religión, por ideologías, por el color de piel, por la etnia. Millones de personas siguen a caudillos desquiciados, que hacen de la honestidad y la verdad un escarnio. Vivimos inventando nuevas armas y amenazando con ellas. La esclavitud aún existe.
Millones de jóvenes y de adultos hacen de la droga y el alcohol un culto.
En medio de la vorágine, nuestro egoismo nos ciega. Nos mentimos, mentimos, creamos a nuestro alrededor una propia realidad que excluye al mundo en que vivimos.
Estamos tan preocupados por sobrevivir, por “progresar” que nuestra ceguera es absoluta.
Pero muy en el fondo de nosotros hay algo.
Un espacio, un intervalo, un silencio.
Hay una fuerza que valida la vida y que no buscamos.
El que se ha dado cuenta de esto, está inquieto. Algo lo perturba. Hay un conocimiento interior que lo desvela.
El momento es ahora.
No hay tiempo para postergar, mañana puedo estar muerto.
Debo elegir conscientemente. Frenar mi barullo cotidiano y preguntarme ¿qué quiero para mí?
Ahora.
Ahora.
Ahora.
El momento es ahora – Alejandro Charosky
by Gurdjieff Grupos
11 meses ago
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