La escucha – Alejandro Charosky

Escucho lo que quiero escuchar
Existe una formidable barrera entre la verdadera escucha y aquella que poseo.
Lo que llamo escuchar es un sonido sometido a una sucesión de filtros. La idea que tengo del otro, mis arraigadas creencias, el bagaje de lo aprendido, mis reacciones, la herencia cultural.
Hay una imposibilidad de una escucha imparcial. Reacciono frente a la palabra del otro, la literalidad me arrastra inexorablemente. No puedo discernir la intencionalidad de un discurso frente a la emoción que me provoca.
Soy una máquina preparada para esto. Tanto en la atracción como en la repulsión hacia lo que oigo, existe una reacción basada en la identificación con lo que escucho.
Esta escucha es mi escucha. Es lo que me distingue de los demás y me separa de ellos. Es de cierta manera una parte de lo que es mi identidad.
Creo ser esta imagen que tengo de mi.
Cuando algo contradice esta idea, lo desecho. O me enojo o me ofendo.
No me doy cuenta del formidable valor de una escucha imparcial. De la posibilidad de aprender que conlleva.
A través del tiempo me doy cuenta del valor de algunas cosas que me fueron dichas y que en su momento deseché.
Eso me lleva a la pregunta ¿Quién escucha?
¿Puedo atravesar esta enorme barrera entre las palabras y mi mente?
¿Quiero?