Frente al misterio – Alejandro Charosky

¿Cómo me ubico frente al Misterio?
En primer lugar debo admitir mi derrota. Hay un largo camino para darse cuenta como decía el Sr. Gurdjieff que no puedo “hacer”.
Es un camino áspero, duro, donde a cada momento tropiezo con mi ego, mi vanidad, mi impotencia. Pero también es el camino de la Verdad, y al decir de la Sra. Natalie de Salzmann “la Verdad es bella”.
Me tropiezo, me desvío, a cada instante, en cada respiración pierdo el significado.
En mis intentos vanos, racionalizo, intento dar explicaciones y poner palabras para definir lo indefinible. Me convierto en un erudito de la búsqueda. Creo en lo que otros dicen. Practico una fe ciega.
Me pierdo y debo recomenzar. Debo regresar a mí en un movimiento único que no está en mi cabeza. Cuando estoy en la cabeza, no hay salida.
Y cuando rozo el Misterio, estoy solo y desnudo con mi Pregunta. En esta orilla del río, sin poder por mí mismo cruzarlo.
Como en la parábola del fariseo y el publicano solo me queda la oraciòn: “Señor, ten piedad de mí”.
Olivier Laignel Salzmann siempre nos decía que llegar frente a las puertas del Cielo escondía una trampa. Nosotros no podemos abrirla, sólo se abre desde lo Alto.